Durante su infancia en la remota isla de Barbados, Rihanna nunca se imaginó que un día llegaría a convertirse en superestrella del pop mundial. La cantante entro en el mundo de las grandes estrellas  en 2005 con su primer éxito "Pon de Replay", y en años sucesivos continuó demostrando su capacidad para dominar las listas de venta de todo el mundo. El excelente álbum de música bailable Good Girls Gone Bad (2007), que incluía "Umbrella" y "Don't Stop the Music", significó la consagración definitiva. Para Rated R (2009) Rihanna adoptó un tono más oscuro, consecuencia de su comentada separación de Chris Brown, mientras que en Loud (2010), Talk That Talk (2011) y Unapologetic (2012) prefirió combinar emotivas baladas con material pop bailable.